Los siguientes consejos te servirán para estudiar en forma fácil, cómoda y rápida:
- No es conveniente que estudies con hambre, pero tampoco recién después de comer, trata de buscar el momento justo.
- Siempre procura tener buena iluminación y ventilación.
- Cuida tus notas o apuntes, asegúrate de tenerlos al día, que no falte nada a la hora de estudiar, para no distraerte llamando por teléfono a tus amigos o compañeros de curso.
- Cuando tengas que leer un texto, primero haz una lectura general, y después subraya lo importante. Te ayudará a recordarlo mejor.
- Trata de acostarte temprano para rendir mejor durante el día. Si estás cansado, será más difícil trabajar.
- El estudiar sólo es bueno. Pero si lo haces en grupo deberán aprender a organizarse en forma responsable
Consejos para estudiar
Si no estás dispuesto a esforzarte a diario es mejor que no sigas leyendo.
- Usa un silla cómoda pero no demasiado.
- La iluminación ha de ser buena y por la izquierda (si eres diestro). Por ejemplo es buena idea una lámpara con una ampolleta azul de 60 w . El resto de la habitación ha de tener una luz tenue.
- Estudia en tu habitación. No en la cocina, ni en el comedor. Si no tienes sitio en casa búscate una biblioteca más cercana.
- La zona de estudio debe estar ventilada. Tus neuronas necesitan oxígeno.
- La mesa ha de estar limpia y despejada de aquello que pueda distraerte (tele, equipo de música, juguetes, revistas, muñecos). Pero el lugar de estudio debe ser agradable.
- No se estudia con música. Solo puedes escuchar música suave cuando hagas tareas rutinarias y que no requieran casi nada de concentración.
- Prepara todo aquello que puedes necesitar para luego no tener excusas para levantarte. Bolígrafos, agua, libros...
- Es mejor el estudio individual
- Planifica el estudio: hazte un horario de estudio para diario y uno especial para la semana.
- Ten tu horario en lugar bien visible.
- Que tus periodos de estudio sean de unos 50 minutos alternando con 10 minutos de descanso. No prolongues ni un minuto los periodos de descanso que te fijes. Casi nadie puede estudiar, por ejemplo, dos horas seguidas sin descansar. Aprovecha los periodos de descanso para: ir al servicio, merendar, llamar a los amigos, hacer recados.
- No abuses de la tele. Si hay algún programa que quieras ver, inclúyelo en tu horario de estudio como un periodo de descanso.
- Si estás inseguro y crees que te faltará fuerza de voluntad, pide a tus padres que te ayuden a cumplir el horario.
- Tus padres te pueden ayudar también, por ejemplo, tomándote la lección.
- ¿Cuánto estudiar a diario?. Entre 2 y 3 horas al día y 5 ó 6 días a la semana.
- Pase lo que pase NUNCA duermas menos de 6 horas por la noche. El cansancio te hará rendir menos.
- Evita que tus amigos llamen durante el estudio. Diles cuáles son tus ratos de descanso para que te llamen en ese momento.
Algunas razones para estudiar
Para estudiar tenemos que estar motivados y esta motivación puede tener un carácter externo o interno al individuo, en cualquier caso podríamos reflexionar sobre razones que nos motivarían a estudiar, para ello vamos a pensar en distintas situaciones:
Hay personas a quienes el acceso al conocimiento les ha sido negado (personas mayores que tú, infancia trabajadora....). Ellos se encuentran en franca desventaja para integrarse en la sociedad actual en igualdad de condiciones al resto de los ciudadanos. Este no es tu caso, eres afortunado por vivir en una sociedad que te ofrece oportunidades educativas, es decisión tuya beneficiarte de ellas, ¡aprovéchalas!
La adquisición de conocimientos y la reflexión sobre los aprendizajes adquiridos ayudan a las personas a forjar un pensamiento más crítico y autónomo, a crecer personalmente como seres sociales y competentes, a tener ideas propias y a adoptar un posicionamiento más claro y consecuente ante las diversas situaciones que tarde o temprano se plantean en la vida.
La relación estudio/trabajo bien remunerado/éxito personal/situación social, no siempre está clara, por eso es necesario encontrar ese equilibrio entre formación para lograr un puesto en la sociedad, que te permita vivir de forma autónoma e independiente, y la satisfacción y el desarrollo personal que aporta la adquisición de conocimientos.
Las nuevas tecnologías aplicadas a la educación ofrecen la posibilidad de aprender de forma entretenida, adaptándose a las posibilidades de cada uno, utiliza esta posibilidad no sólo como entretenimiento, también para aprender.
¡Y ahora¡ ¿Cómo trabajar la matemática?
Lo primero es tratar de entender.
Y .... ¿Cómo se hace para tratar de entender? Aquí tienes un refrán que te recuerda la fórmula: Oigo, y olvido. Veo, y recuerdo. Hago, y entiendo.
Saber matemáticas es saber hacer cosas con lo que aprendes. Por eso cuando estudias matemáticas debes tener constantemente tu mente en acción. Repite los ejemplos, resuelve los ejercicios, inventa otros.
Repite a tu modo las gráficas, imágenes y esquemas que el texto te va proporcionando. Haz tú mismo las que te puedan ayudar a dominar lo que lees.
Los diferentes objetos matemáticos son herramientas para hacer algo con ellos. Entérate bien a fondo para qué sirven y cómo se manejan.
No trates de memorizar nada antes de haber experimentado un buen rato con los objetos que tienes delante. Observa con atención los diferentes pasos por los que procedes. Esto es lo más interesante que has de tratar que quede en tu memoria.
No dejes que las cosas se te oxiden por no usarlas. Cada semana trata de activar, hacer ejercicios, problemas que tienen que ver con las cosas que esa semana has aprendido. Cada mes trata de activar las cosas que has aprendido a lo largo del mes. No hace falta que esperes a que venga la PSU.
Memoriza lo que es de uso constante. Te vendrá bien aprender de memoria alguna que otra fórmula sencilla y de uso constante, pero nunca trates de retener fórmulas complicadas en la cabeza. Te equivocarás con frecuencia. Más te vale tratar de retener las ideas del proceso por el que se llega a ellas.
Cómo trabajar los textos de matemática.
El trabajo con textos de matemáticas se hace más fácil procediendo en espiral. Dale a la sección o tema una primera pasada. Muchas cosas son fáciles. Otras quedan oscuras. A la siguiente pasada verás que algunas de las oscuras te resultan más claras.
Activa lo que ya sabes relacionado con el tema. Tu actividad, debe comenzar comprobando cómo, con lo que ya sabes puedes ir realizando tú mismo los ejemplos y ejercicios aclaratorios.
Trabajando tema debes asegurarte de que entiendes las ideas que se exponen, de que te resulta claro, cómo los ejemplos corresponden a esas ideas y de que tú mismo eres capaz de desarrollar esos ejemplos.
Si los ejercicios te resultan difíciles, vuelve a leer pausadamente lo que precede del tema. Es posible que algo que hay ahí se te haya pasado por alto. En una primera pasada trata de hacer algunos de los más sencillos y más adelante, en posibles vueltas sucesivas, harás el resto.
Ejercítate en hacer problemas con método. Hacer muchos problemas es muy bueno. Mejor todavía es hacerlos con cierto método para aprovechar mejor el tiempo que en ello empleas.[b]
Técnicas de estudio para Lenguaje, Historia, Ciencias Sociales y Ciencias
[b]Las técnicas de estudio corresponden a las diversas formas o métodos que permiten hacer un trabajo de la manera más eficaz. Se puede ser bueno para el estudio porque se domina una o varias técnicas correctas.
Veremos a continuación las técnicas de estudio más apropiadas para el estudio de la Historia y ciencias Sociales.
El aprendizaje, en gran parte, se realiza a través de la lectura. Para aprender se necesita comprender el texto y determinar las ideas principales. Leer bien es uno de los objetivos más importantes. En este caso, se lee más lento, con atención y comprensión de lo leído.
Habrás entendido, cuando puedas explicar lo leído en forma oral o escrita.
Para comprender un texto de estudio es necesario: Una buena iluminación y una postura adecuada. Antes de leer, hojear el texto, detenente con atención en el título, el autor, el índice, etcétera, para familiarizarse con la materia. Luego de esto, podemos comenzar a leer el contenido.
Localiza la idea principal de cada párrafo o capítulo.
Distingue las frases secundarias. Estas sirven para reforzar o ampliar la idea principal, suelen ser repetitivas y reiterativas.
Expresa lo leído en resúmenes, esquemas o fichas.
El único sistema para perfeccionar la lectura es practicarla a diario. Al leer es conveniente que dispongas de un diccionario, ya que su uso es imprescindible si quieres comprender el significado de las palabras que no conoces; además, ello amplía tu vocabulario.
El subrayado es una técnica que facilita el estudio: ayuda a la retención de las ideas principales, a la confección de resúmenes o esquemas, mejora tu atención y hace más eficaz el repaso. Un subrayado bien hecho puede ahorrar mucho tiempo; el momento más adecuado para hacerlo es cuando hayas comprendido lo leído.
Si tomas apuntes sigue las mismas reglas que para el subrayado. El objetivo es el mismo, es decir, fijar los elementos esenciales del texto. Pero, además, permite reestructurar la información del modo que nos resulte más cómodo, comprensible y útil.
Para tomar buenos apuntes tienes que recordar, recorrer con la vista un párrafo o capítulo extenso del texto antes de tomar los apuntes, para captar bien su estructura, escribir los apuntes de modo que sean comprensibles para releerlos, aun cuando haya pasado cierto tiempo.
Otra forma es hacer resúmenes, que deben tener una extensión no superior a la cuarta parte del texto original; las ideas deben estar integradas y relacionadas.
El resumen facilita la comprensión, y ayuda al repaso de las materias. Lo que se escribe se recuerda mejor que lo leído.
Otra forma de estudiar es organizar la información en esquemas que facilitan la percepción y el recuerdo de las relaciones entre las ideas; además, es una técnica cómoda al momento de realizar repasos antes de una prueba.
Para hacer un esquema hay que tener presente las siguientes cosas:
Definir la idea central del texto.
Anotar ideas secundarias, consecuencias de la idea central.
El esquema debe contener la información más importante con el mínimo de palabras.
Debe ser coherente y comprensible.
Hay que estructurar la información de modo que se pueda visualizar al primer golpe de vista.
Es recomendable elaborar el esquema con lápiz de mina y goma, a fin de poder ir modificándolo.
Algunos tipos de esquemas son:
A. COMPARATIVOS:[b] Se utiliza habitualmente cuando tienes que establecer semejanzas y diferencias entre dos conceptos. La forma de expresarlo se presenta en el modelo que sigue, el que solo para efectos de no saturarte con información se ha omitido el texto. Intenta completar un esquema similar con algún tema y texto de tu elección:[/b]
B. JERARQUICOS VERTICALES:[b]Se utiliza de preferencia cuando se identifica un concepto o idea principal, que se desglosa en ideas secundarias y estas, a su vez, se ramifican en detalles, características o ejemplos, siguiendo, como su nombre lo dice, un orden jerárquico. Observa el ejemplo, al que se le ha omitido el texto, e Intenta hacer uno con algún tema de tu elecció[/b]
C. SECUENCIADOS:[b]la ordenación puede realizarse atendiendo a variables como: paso del tiempo, cambio de forma o cambio de un conjunto de características variables. Se utiliza preferentemente en contenidos que fechas o etapas secuenciales. Nuevamente se ha omitido el texto en el ejemplo siguiente. Intenta completar uno distinto con algún tema de tu elección:[/b]
[b]Para detectar qué esquema elegir utilizar con los textos a estudiar, es necesario primeramente:
· Leer el texto completamente
· Leer cada párrafo y determinar de qué se habla en cada uno”[/b]
[b]FUENTE[/b]:
http://psu.ust.cl/estudio_psu.html