domingo, 18 de enero de 2009

Advertencia para los que tienen problemas respiratorios

Advertencia para los que tienen problemas respiratorios


Hay factores de riesgo para desarrollar problemas de salud durante los vuelos y uno de los más importantes son las enfermedades pulmonares crónicas o agudas. Especialmente, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la hipertensión pulmonar o la enfermedad pulmonar intersticial o neumotórax.

Volar puede ser una experiencia para ser disfrutada en plenitud, siempre y cuando no venga signada por molestias o problemas de salud que la conviertan en un interminable padecer.
O, peor aún, cuando los problemas aparecen una vez finalizado el vuelo, incluso varios días después de haber tocado tierra firme.
Existen factores de riesgo para desarrollar problemas de salud durante los vuelos y uno de los más importantes son las enfermedades pulmonares crónicas o agudas.
"Las personas con enfermedades pulmonares necesitan ver a su médico antes de volar, así como también recibir una evaluación médica, que incluya la medición de la saturación de oxígeno e, incluso, la medición de los gases en la sangre", recomendó firmemente el doctor Laurence Mohr, director del Programa de Biociencias Medioambientales de la Universidad Médica de Carolina del Sur, Estados Unidos.
El profesional visitó la Argentina para participar del primer curso internacional de actualización en Neumonología, organizado por el Colegio Norteamericano de Médicos del Tórax y por la Fundación Argentina del Tórax.
En ese marco, disertó sobre las medidas de prevención que deberían tomar las personas que vayan a subirse a un avión y tengan problemas pulmonares.

A cada cual, sus síntomas
"Cuando las personas vuelan, la presión de oxígeno en la cabina del avión es significativamente menor que la presión de oxígeno al nivel del mar", explicó el doctor Mohr.
La mayoría de las cabinas de los aviones está presurizada, lo que equivale a estar en una montaña alta.
Y eso, parece, es suficiente para desencadenar problemas pulmonares en personas con enfermedades preexistentes que afectan a esos órganos imprescindibles para la vida.
La mayoría de los pacientes que tienen una enfermedad pulmonar severa experimentarán algún tipo de disconfort durante el vuelo.
Algunos pueden tener una sensación de falta de aire, por ejemplo.
Las personas con enfermedades subyacentes que ejercitan mínimamente durante el vuelo, al caminar pueden padecer problemas de saturación de oxígeno.
Por eso --aseguró el especialista-- es importante prevenir la descompensación, especialmente en las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónicas (EPOC), con hipertensión pulmonar o enfermedad pulmonar intersticial.
Para el doctor Mohr, uno de los desafíos es lograr identificar a estos pacientes que pueden tener síntomas o enfermar durante el vuelo antes de que suban al avión.

Algunas contraindicaciones
Las primera pregunta básica que debe realizarse el médico delante de un paciente con enfermedad pulmonar que planea volar es si el paciente necesitará oxígeno antes o durante el vuelo.
La segunda y más importante, si la enfermedad pulmonar es tan severa que el paciente directamente no debe volar.
Existen ciertas condiciones pulmonares por las cuales una persona no debería volar en ninguna circunstancia.
Por ejemplo, padecer hipertensión pulmonar (aumento de la presión en las arterias de los pulmones) de clase funcional III y IV.
"Esos son casos muy severos: hay que darles el oxígeno al nivel del mar, por lo que se recomienda que no vuelen, incluso con oxígeno", dijo el especialista.
En cuanto a las personas con hipertensión pulmonar de clase funcional I y II, éstas pueden volar pero deben tener suplementación de oxígeno durante el vuelo.
La otra contraindicación absoluta para subirse a un avión es tener un neumotórax activo.
El neumotórax es la presencia de aire en la cavidad pleural, que es la membrana que rodea a los pulmones, es decir, fuera de los alvéolos pulmonares y que provoca una reducción del volumen pulmonar.
Confirma el doctor Mohr que esa es una contraindicación absoluta.
Por lo tanto, se recomienda que un paciente con neumotórax simple o un neumotórax quirúrgico espere, al menos, dos semanas después de que el neumotórax se haya resuelto para poder volar.
Los que tienen neumotórax causado por un enfisema tienen, incluso, un problema más difícil y se recomienda que esperen un año después de la resolución antes de volar, porque estén en alto riesgo de desarrollar otro neumotórax y sería un gran problema si ocurre arriba del avión.
En cuanto a los pacientes con EPOC, afirma Mohr que tienen que ser evaluados por el médico para ver si deben ser suplementados con oxígeno durante el vuelo.
Mohr recomendó que los pacientes vean a su médico cada vez que van a volar o, al menos, le informen a su médico que van a hacerlo.
No hay que olvidar que las personas con enfermedades pulmonares crónicas muchas veces empeoran, a pesar de la medicación que están tomando.
"Quizás este año puedan volar con oxígeno, pero no el año siguiente", concluyó el doctor Mohr.

Fuente:http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/2/07/2008/872097.html

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